La pandemia ha puesto a prueba la resiliencia de las redes de telecomunicaciones.

Destacó Maryleana Méndez, secretaria general de ASIET, en el marco del panel Escenario económico y regulatorio de América Latina. Cuáles son las realidades y desafíos para los actores convergentes ante la digitalización, presentado en Jornadas Internacionales 2020, organizado por ATVC y CAPPSA.

“En este contexto, las operadoras han sido solidarias con sus clientes, y esto ha sido posible gracias a la capacidad de inversión del sector. Una inversión que hoy está en riesgo ante los cambios regulatorios. Un ejemplo es el DNU 690/20, que no representa ningún tipo de garantía de acceso”, explicó Méndez.

Por su parte, Sebastián Nieto Parra, miembro de la OCDE, resaltó que la pandemia ha demostrado que se necesita un marco inclusivo, tanto a nivel empresas como a nivel hogares, trabajadores y estudiantes. “El impacto del Covid-19 en la región se ha amplificado por el bajo uso de medios digitales en las operaciones diarias de las empresas”, complementó.

“Hoy las redes de telecomunicaciones son un elemento fundamental y estratégico en el funcionamiento de los países de la región. Confío en que los gobiernos comenzarán a poner el foco en políticas que apunten a la otorgación de espectro y disminución de presión fiscal, entre otras cuestiones relevantes”, comentó Alejandro Patiño, miembro de la CEPAL.

Antonio García Zaballos, BID, resaltó la importancia estratégica que representa el soporte y desarrollo de una infraestructura digital, y la provisión de las consecuentes habilidades que permitan que los usuarios finales tengan un mayor aprovechamiento de ello. “Es necesaria la intervención pública para apoyar las decisiones de intervención de la industria”, agregó.

Para finalizar, Audrey Plonk, Head of Division - Digital Economy Policy - OCDE, destacó la necesidad de crecimiento en el acceso a la fibra óptica: “es imposible pensar en una industria 4.0 sin un despliegue acorde de estas redes”. También recordó la importancia de disminuir la presión fiscal en la región: “Argentina y Brasil tienen la carga impositiva más alta del continente”.